Falta de formación, prejuicios e inseguridad jurídica, dificultades para el desarrollo económico de Canarias
María Salud Gil y Virgilio Correa, vicepresidenta y tesorero, respectivamente, de la Confederación Canaria de Empresarios, coinciden en señalar como dificultades del desarrollo económico la falta de formación de los trabajadores, los prejuicios a la colaboración público-privada, y la inseguridad jurídica que muestra la paralización de determinados proyectos.
Prejuicios para la colaboración público-privada
Salud Gil muestra su preocupación porque el reparto de los fondos europeos en Canarias choque con el negacionismo, la burocracia y la falta de formación de los profesionales necesarios para implementarlos. Particularmente, considera paralizante la presencia de “prejuicios absurdos” respecto a la colaboración público-privada porque, en su opinión, ya se podría estar construyendo miles de viviendas cada año con un modelo de colaboración.
A este respecto, los empresarios de la construcción han propuesto que se ponga a disposición de la iniciativa privada el suelo público a través de concursos y que se pueda canalizar la Reserva Canaria de Inversiones (RIC) hacia la construcción de vivienda protegida: “Existe el dinero, el marco jurídico y la intención, lo único que falta es ponerse a trabajar”. Gil asegura que el empresario no va a dejar de insistir, “porque no nos podemos permitir el lujo de dejar de resolver este problema”.
Grave problema de formación
Por su parte, Virgilio Correa pone de relieve el grave problema de la formación, con una permanente carencia de ingenieros, técnicos, científicos y, también, camareros. Señala la incongruencia de apoyar con dinero público la digitalización y la innovación para después encontrarse con la falta de perfiles para desarrollarlo.
Por su parte, Salud Gil señala que no existe ninguna planificación formativa y que hacen falta muchos años para formar a médicos o técnicos de cualquier especialidad. Señala que la razón no son los bajos salarios, lo cual califica de “mito”, porque en el sector de la construcción no existe ese problema: “Quien menos gana lo hace un 30% por encima del salario mínimo interprofesional”.
Sobre las recientes cifras del paro, tanto Gil como Correa apuntan a la desviación de las cifras que producen los fijos discontinuos, que valoran en torno a unos 40.000 contratos y que pueden estar enmascarando los registros de desempleo. Gil señala que hay cuestiones que “chirrían”, como la incoherencia entre el alto número de desempleados y la demanda insatisfecha por parte de los empresarios: “Hay que dilucidar la situación y los perfiles de esos demandantes de empleo”.
Paralización de proyectos
Sobre la reciente paralización de proyectos, como el de Cuna del Alma en Adeje, o las dificultades para aprobar el interés insular de Dreamland en Fuerteventura, Virgilio Correa lamenta el “exceso de celo” de políticos y funcionarios que ocasiona que se empantanen proyectos durante años “porque aparece una especie vegetal o animal en peligro”. Apunta a la existencia de rivalidades políticas y empresariales en que un proyecto salga adelante o se paralice. Por su parte, Gil pide un liderazgo político “valiente” y una gestión “eficaz” para evitar estas situaciones de parálisis.
Burbuja económica e incertidumbres
Sobre las perspectivas económicas, Virgilio Correa señala que se ha estado dos años viviendo en una burbuja económica motivado por las ayudas públicas y el hecho de que hayan comenzado a abrir los supermercados en las zonas turísticas. No obstante, esta “burbuja” se ha ido desinflando a lo largo de 2022 y el incremento de ventas se ha ido diluyendo.
Afirma que para el 2023 tenían la incertidumbre del suministro de materias primas y los problemas de la logística, pero estas incertidumbres se han convertido en la certidumbre de que las perspectivas “no son buenas”. Afirma que se están empezando a observar los efectos del alza de los tipos de interés y los incrementos hipotecarios, que hará bajar la renta disponible y se notará en el consumo: “No somos excesivamente pesimistas pero podemos esperar una economía más fría”.
Fuente: El Espejo Canario